Una nueva muestra de esto que me ha dado por llamar arte callejero, esas formas de expresión difíciles de encasillar, que no encontraremos en un museo, sino cuyo telón de fondo será el asfalto y el sonido de una ciudad. Sin lienzo establecido, cualquier medio es válido para plasmar nuestras ideas, desde un muro derruido a un trozo de cristal o, incluso, el aire.
Arte más bien efímero goza de la incomprensión de mucha gente. ¿Pero no es arte todo aquello que es capaz de conmovernos? Cuando todo aquel que pasa al lado gira la cabeza para mirar, acaso bruscamente, acaso de reojo, nos encontramos con una expresión capaz de conmover a la gente.
Paseando por Londres, mercado de Candem, toda la gente seguía con la mirada sus movimientos. Cámara en mano. Agua, jabón, aire y un brusco movimiento. Apenas cinco segundos de brusco movimiento. Y, tras el disparo, sólo quedan las fotografías.
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jueves, 4 de agosto de 2011
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lo precioso de la vida siempre se esvanece en un abrir y cerrar de ojos y aunque eso nos da rabia, lo ansiamos una y otra vez
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