lunes, 29 de agosto de 2011

Grünewald - Perdó

Grünewald es un amigo con el que he compartido muchas experiencias con el paso de los años. Apasionado de la poesía siempre ha estado muy vinculado a ella, ya sea leyéndola o dejando que su pluma fluya libre sobre el papel para así expresar sus ideas, conceptos, sensaciones, sentimientos, de forma libre y expresiva.

Una persona que siente la poesía, la vive, la respira.

El poema que a continuación expongo lo escribió a principios de Julio, cuando quiso recuperar una relación que se torció ligeramente. Y aunque al final se acabó rompiendo, después de la despedida siempre hay un rayo de sol que despunta en el alba e ilumina el camino. El poema original se titula Perdón es en catalán y está expuesto en relats en català, exponiendo aquí tanto el original como la traducción que me aventuro a hacer del mismo :


Perdó (en catalán)

Miro el rellotge desitjant que les agulles girin enrera, 
voldria recuperar aquest passat tan proper 
on els silencis parlaven, on les paraules sobraven 
i on tu i jo erem un, no pas dos. 
 
Tanco els ulls i encara et veig adormida,
 arraulida i somniant, en els meus llargs braços 
que t'envoltaven talment tenalles vivents... 
 
Encara sento somriures dins del meu cor, 
veig els teus ulls ametllats, verds i sincers, 
toco els cabells que lànguidament cauen en el teu revers 
oloro el camí del teu pas, allà on vas...
 
Obro els ulls. 
No hi ets. 
Estic sol. 
 
Faré l'impossible per trobar-te, 
per recuperar el nostre amor 
i abans de res, cal excusar-se: 
Laia, perdona el meu error. 
Disculpa el meu abandó, 
el meu silenci, traidor. 
He estat un maldestre, 
un mer espectador, 
vull dedicar-te el meu món. 
T'estimo. 
 
En aquests quatre versos només puc dir-te perdó.


Perdó (traducción para los que no sean duchos en el catalán) 

Miro el reloj, deseando que las agujas retrocedan,
querría recuperar ese pasado tan cercano,
donde los silencios hablaban, donde las palabras sobraban,
donde tu y yo éramos uno, no sólo dos.


 Cierro los ojos y aún te veo dormida,
recogida y soñando, en mis largos brazos
que te envolvían como tenazas vivas ...

Estando todavía tus sonrisas dentro de mi corazón,
veo tus ojos almendrados, verdes y sinceros,
toco tus cabellos que lánguidamente caen en tu espalda,
huelo el camino de tu paso, allá donde vas...

Abro los ojos,
No estás.
Estoy sólo.

Haré lo imposible por encontrarte,
por recuperar nuestro amor,
i antes de nada, hay que excusarse:
Laia, perdona mi error.
Disculpa mi abandono,
mi silencio, traidor.
Lo he hecho mal,
un mero espectador,
quiero dedicarte mi mundo.
Te quiero.

En estos cuatro versos sólo puedo pedirte perdón. 

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