martes, 23 de agosto de 2011

Juan Carlos Lozano - Para siempre Adios

Toda persona es un potencial escritor con historias apasionantes que relatar y mundos a los que llevarnos. Cada persona que coge la pluma crea un universo distinto que nos enriquece y en el que podemos bucear. En este sentido, es una lástima que, al igual que hay escritores que empiezan, hay escritores que lo dejan de lado y nos cierran así las puertas de sus mundos.

No veremos nuevos relatos, no habrán nuevas historias, las palabras se han acabado. Hoy he encontrado a un escritor al que llego tarde, pues ha decidido dejar de escribir. Juan Carlos Lozano, al que podemos seguir en su blog http://epi-k.blogspot.com/, ha decidido aparcar su pluma :

Para siempre Adios

Silencio mata palabra. Indiferencia mata amor. Y como en un extraño juego de ajedrez sin ninguna compasión, jugamos con nuestras vidas y vamos matándonos.

Vivimos como quien estrena un auto nuevo, sin manual de instrucciones y sin saber manejar. Tomamos el volante y aceleramos, creyendo saber hacia donde vamos. Y la vida se nos va viniendo encima, como si fuera un camino. Entonces, ante las circunstancias reaccionamos lo mejor que podemos, lo mejor que sabemos, lo mejor que se nos ocurrió. El fluir incesante de las cosas, a la velocidad a la que vivimos, no da tregua, ni respiro, ni tiempo para pensar. Una mala maniobra y ya está.

Es el final de todas las cosas. Es la destrucción total de una máquina tan maravillosa. Es el entierro sin lágrimas, ni piedad. No podemos pedir perdón, ya no nos escuchan. No podemos volver el tiempo atrás, es imposible. No podemos enmendar el daño, no se nos permitirá. La vida es desde todo punto de vista inflexible, atroz, e insensible. Un error, y no perdonará. Somos servidores de la vida, esa máquina que no se detiene, ni se fija, ni permite más que una sola oportunidad.

No hay lugar para las emociones en la vida. Es uno el que se siente feliz, o el que se siente terriblemente mal. La luna brillará esta noche con la regularidad de un reloj. El sol saldrá en la mañana justo a tiempo, como de costumbre. Nada personal. La maquina hará harina de nuestros sueños y sentimientos sin importar nada más.

Lo hará con silencio, con indiferencia, con rigurosa puntualidad. Y algún poeta desconocido, escribirá en un papel el sentir de ese ahora. Casi como una fotografía instantánea, de su felicidad o de su desdicha. Quedará registrado en el universo que detrás de aquellos versos hubo un alma. Un alma, que en definitiva a nadie importa, y que nadie valorará.

Surgirán las voces desde todos los lugares. Unas aplaudiendo y animando. Otras censurando y listas a criticar. Será amado y será odiado a la vez. Y confundido con los ruidos, el hombre no sabrá en definitiva que camino tomar. Elegirá uno por azar. Y ese camino definirá su vida para siempre. El no lo sabrá hasta después cuando ya es demasiado tarde para todo. En ejercicio de la libertad de ser, escribirá a su modo. Y ni una sola palabra escrita, luego se podrá borrar.

El instante dominará la vida entera. Y no habrá una sola manera de poderlo evitar. Los sentimientos nublarán las razones. Moldearan las visiones, los pensamientos, las reacciones. Y casi al mismo tiempo se crearan las maravillas y las desdichas más grandes que hay. Su corazón podrá soportarlo solo en la medida, en que sea capaz de amar. Pero esta lucha invisible jamás será vista.

¿después de todo que es un hombre bajo el cielo? Solo una pieza más de la maquinaria de la vida que fácilmente se puede reemplazar. Eso soy yo. Sin más.

Por estos y otros motivos, dejo este espacio en el que muchas veces me supieron acompañar y me voy para siempre. Ya no habremos de vernos nunca más.

No importa lo que crean influenciados por las emociones del momento. Sepan que en cada palabra los he amado profundamente y con total honestidad. Si he herido sus egos algunas veces, sepan ser misericordiosos y perdonar. Ojalá supieran que ocupan dentro de mi corazón el lugar más elevado y bello que hay. Que vaya donde vaya mi vida a partir de hoy, viajarán conmigo siempre y que por el amor que siento, jamás los voy a dejar.

El amor, no se ve. Lo sé de sobrada manera. No tengo una forma aceptable de probarlo siquiera. No tengo evidencia alguna que hoy me venga a auxiliar. Se que no pueden mirar a un hombre más allá de los limites de su piel. Que sus cinco sentidos no pueden confirmar mis sentimientos. Y verdaderamente lo siento. Pueden creerlo de verdad.

Cuando con el tiempo valoren el amor que di, en cada palabra y cada acto de mi vida, equivocados o no, sabrán que jamás he mentido. Que mi esencia siempre ha sido amor.

Les dejo un beso con el alma
y les digo para siempre Adios.

Juan Carlos Lozano
juank.

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